Nuestra importancia ha sido resuelta
Hay momentos en la vida que revelan nuestra necesidad de pertenencia. Pero la autoaceptación y la aceptación de los demás solo llegan hasta cierto punto. En última instancia, no alcanzan a satisfacer la importante necesidad humana de pertenencia. El único y más verdadero sentido de pertenencia proviene de la fuente, nuestro redentor, quien conoce nuestro corazón profundamente y nos ha llamado por nuestro nombre, y nos dice que somos suyos (versículo 1).
Pero, ¿quién es aquel que hace estas declaraciones sobre nosotros? Es el Señor nuestro Dios, nuestro hacedor que ve, oye, conoce, responde y rescata a sus hijos. El profeta Isaías escribió a la nación de Israel y, aunque nosotros no seamos su primera audiencia, podemos aprender mucho del libro de Isaías, así como lo hacemos con cada palabra escrita en la Biblia.
Isaías ya ha dicho que Dios nos llama por nuestro nombre, que él es nuestra fuerza. Dios tiene un propósito para cada uno de nosotros, que lo glorificará y será para nuestro bien. Aunque no sintamos abandonados, que no nos ven ni nos escuchan, como si no perteneciéramos; aunque sintamos como si estuviéramos corriendo en una rueda para estar "a la altura", y aunque todas las personas que se preocupan por nosotros en la tierra nos olviden, Dios dice que él nunca nos dejará ni nos abandonará y que nos ha grabado en la palma de su mano. Sólo es cuestión de creer lo que Dios dice acerca de nosotros.
" Así dice ahora el Señor, quien te creó y te formó: No temas, Jacob, porque yo te redimí; yo te di por nombre, Israel, y tú me perteneces. " (Isaías 43:1).
Comentarios
Publicar un comentario