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Mostrando las entradas de agosto, 2024

La prioridad correcta permanece para siempre

     Imagina la siguiente escena: estás de pie frente a dos enormes cofres de madera adornados con detalles dorados. Sabes que en su interior hay invaluables riquezas aguardando a ser halladas. Sin embargo, ambos tienen une etiqueta diferente en el frente. Uno de ellos dice: "Tesoros en la tierra" y el otro: "Tesoros del cielo."    Hemos tenido 2 opciones para caminar en esta vida. Jesús nos invita a tener tesoros en el cielo ya que así obtendremos ganancias eternas y una recompensa grande por toda la eternidad. Así que nuestras prioridades deben estar en el reino de los cielos y no en esta tierra, ya que lo que el mundo ofrece es temporal, pero lo eterno dura para siempre. Sigamos adelante invirtiendo en lo eterno.  "No acumulen ustedes tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido corroen, y donde los ladrones minan y hurtan." (Mateo 6:19).

Su presencia es la prioridad principal

    ¡ Qué escena nos muestra el pasaje de hoy! María, por un lado, interrumpió sus actividades y se sentó a los pies del Señor para escucharlo, mientras que Marta, yendo de un lado a otro se afanaba por terminar las labores del día.  Pero este hecho es una situación bastante común con la que podemos relacionarnos fácilmente y es eso lo que lo hace tan profunda. Seguramente hemos experimentado la frustración de Marta cuando en momentos de estrés y ansiedad por concluir nuestro trabajo, alguien cerca permanece sentado y sin colaborar.   Sin embargo, a pesar de la preocupación de Marta por tener todo listo, no es ella quién recibe la aprobación de Jesús, sino María. Pero, ¿por qué el Señor no la exhorto por no ayudar a su hermana?¿Acaso Jesús está en contra de que sirvamos a los demás? Pareciera que Marta hizo algo mal, intentándolo hacer todo bien , ¿no es así?   Así que es necesario estar en comunión con Jesús para disfrutar de Su presencia y evitar que los afanes del mundo nos consuman

El precio de la prioridad correcta

     Ayer estudiamos sobre la exhortación de Jesús que le hizo a un joven rico de seguirlo a Él y vender todas sus posesiones. La conclusión fue un poco desalentadora, pues el hombre se fue triste al saber que tenía que desprenderse de sus bienes para participar plenamente en la misión del Señor.   Sin embargo, hoy aprendemos el caso contrario, en el que a diferencia de aquel hombre, los discípulos de Jesús lo dejaron todo para seguirlo. Pedro reflexiona en este hecho, y recuerda el alto costo de apartarse de su pasado para obedecer la voluntad de su Maestro.  Generalmente, cuando leemos sobre los discípulos, nos enfocamos en los hechos importantes que presenciaron al acompañar a Jesús en su misión, pero pocas veces nos detenemos para pensar en lo que significó para ellos dejar su vida y a las personas que conocían, para embarcarse de lleno en una misión cuyo resultado final desconocían.   Tal vez no somos llamados para dejar todo de esta manera para seguir al Señor, pero indudablement

El precio de elegir bien nuestras prioridades

     Un hombre rico se acerca a Jesús con una pregunta genuina que inquieta su corazón: ¿qué se debe hacer para heredar la vida eterna?   En un intento de convencer al Maestro sobre su buena conducta, este hombre le hace saber que siempre ha guardado los mandamientos, pero Jesús le dice que venda todas sus cosas a los pobres y los siga.   Esta invitación que Jesús hace al joven rico nos la hace hoy nos pone a reflexionar cuáles son nuestras prioridades en nuestro corazón ya que hay cosas que atesoramos tanto que nos impiden seguir a Jesús. Este joven tenía un deseo genuino de seguir a Jesús, pero al mismo tiempo quería aferrarse a sus riquezas. El precio a pagar era muy alto pues no podía convertir al Señor en la prioridad de su vida, si eso significaba renunciar a sus posesiones.  Para él, la riqueza se había convertido en una especie de ídolo que ocupaba el lugar de Dios, y que inevitablemente lo distraía del llamado de Jesús a seguirlo. A veces que hay cosas en nuestro corazón que c

La prioridad perfecta

   Jesús sabía que sus seguidores tenían un grave problema con sus prioridades. La gente a su alrededor cargaba con el peso de sus ansiedades, desde la preocupación por la comida hasta la necesidad de que ropa vestirían.   Sin embargo, el Señor no minimizó sus angustias, tampoco fingió que no eran importantes, y menos aún los avergonzó por lo que sentían. Todo lo contrario, Jesús los anima, y les recuerda que él no es ajeno a sus necesidades. Él está disponible para nosotros y sólo requiere que confiemos en Él.   Este pasaje trae esperanza, especialmente si en este momento estás atravesando por dificultades y te sientes agotado con las responsabilidades de la vida cotidiana. Pero hoy el Señor te recuerda que él conoce cada una de tus preocupaciones aún antes de que tú se las digas.   Sólo es necesario recordar que Dios cuida de nosotros así como cuida de las aves del cielo y viste a las flores del campo. Así podemos descansar en Él y saber que cuida de nosotros. Hay que buscar su reino

Viste tu nuevo uniforme

   Piensa en tu equipo de fútbol favorito. Ahora imagina que uno de los mejores jugadores del mundo se ha unido a él, acaparando todos los titulares.  Sin embargo, ocurre algo inesperado: tan solo unos días después, el jugador es visto de vuelta en su antiguo campo de entrenamiento, vistiendo los colores del equipo rival y entrenando con sus antiguos compañeros. Como todos sabemos, cuando un jugador firma contrato con un equipo nuevo, no vuelve a jugar con el anterior. ¿Te imaginas el gran escándalo que eso provocaría?   Eso es precisamente el punto de Pablo en el pasaje de hoy. Has sido salvado, perdonado y liberado por Jesús, por tanto necesitas vestir los colores de tu nuevo equipo y olvidar las jugadas del anterior. ¡Has sido adoptado en la familia de Dios! Tu nueva rutina de entrenamiento ahora consiste en "vivir como hijo de la luz" en lugar de seguir involucrándote en "las obras infructuosas de la oscuridad."   Estamos llamados a andar en la luz y a hacer las

No estás aquí para esconderte

    Durante este tiempo vamos a estudiar dos metáforas que Jesús utiliza para describir el papel que sus seguidores desempeñan en su obra redentora: sal y luz.    Hoy continuaremos analizando la importancia de nuestra misión como creyentes, pero esta vez con otro enfoque. En el pasaje de hoy, Jesús plantea dos preguntas provocativas: ¿Acaso se trae una lámpara para ponerla debajo de un cajón o debajo de la cama? ¿No es, por el contrario, para ponerla en una repisa?  Lo que el Señor nos está diciendo es que debemos dar a conocer las buenas nuevas y esto implica compartirlas de manera abierta y visible para que iluminen a todos, y no susurrarlas desde los rincones donde nadie puede escucharlas.    Sin embargo, esta verdad nos presenta un gran desafío. Si el evangelio nos ha sido dado para darlo a conocer, nosotros, como embajadores de su mensaje, tenemos un gran trabajo que hacer. No podemos permanecer pasivos ante sus palabras que tienen el poder de transformar a las personas. Debemos e

La alegría es una decisión

  Durante esta semana hemos profundizado en los consejos de la Escritura para experimentar la verdadera alegría. También hemos aprendido que el gozo es el resultado de la obra redentora de Dios, y por eso, él desea que lo halllemos a través de la gratitud.  Hoy, nuestro estudio dará un giro inesperado que cambiará nuestra percepción sobre la búsqueda de la felicidad.    Comencemos reflexionando sobre las palabras del teólogo francés Henri Nouwen: "La alegría no es algo que simplemente sucede. Tenemos que elegirla todos los días. ¿Estás de acuerdo con esta idea? En pocas palabras, lo que Nouwen nos está diciendo es que la felicidad no es sólo una emoción, sino una elección cosnciente. Entonces debemos elegir la alegría antes que esperan a que venga a nuestras vidas ya que es algo voluntario y va más allá de nuestras emociones.   "Regocíjense en el Señor siempre. Y otra vez les digo, ¡regocíjense! Que la gentileza de ustedes sea conocida por todos los hombres. El Señor está cer

La puerta a la alegría

   Nuestra forma de entender la alegría cambia cuando sabemos que Dios desea que seamos completamente felices. A veces no sabemos mucho que Dios desea darnos su alegría y nos preocupamos demasiado. Hay una invitación a venir ante Él con acción de gracias en el Salmo 100 ya que la gratitud es la que nos conduce a tener gozo en nuestro corazón. Sólo podemos tener ese gozo pleno y abundante. Hay que reconocer que el Señor es Dios, y que él nos hizo. Esta es la clave para la que descubrimos cómo tener una vida plena y abundante en Él. Es necesario cultivar un corazón lleno de gratitud por lo que Dios ha hecho por nosotros. Hay que dejar un lado la preocupación y tener un espíritu agradecido para descubrir ese gozo que Él nos quiere dar.  "Entremos por sus puertas y por sus atrios con alabanzas y acción de gracias; ¡alabémosle , bendigamos su nombre!" (Salmo 100:4). 

La alegría es un asunto serio

      Comencemos esta semana reflexionando en una de las virtudes del cáracter cristiano y este es el gozo. Muchos cristianos no tienen la idea de que Dios es alegre y que quiere compartir su gozo con nosotros, sus hijos. Esto debe ser motivo de mucha alegría ,ya que Dios en su gracia nos ha elegido para ser sus hijos.   En un mundo donde la alegría parece cada vez más díficil de alcanzar, contestar esta pregunta tiene una gran importancia para la vida de todos nosotros: ¿Al Señor le interesa que seamos felices? Sabemos que en el camino de la fe hay aspectos imprescindibles como el arrepentimiento, el perdón y la salvación, pero en medio de todo esto, ¿ la alegría debería ser algo que deberíamos perseguir con la misma intensidad? Si es así, ¿cómo comenzamos? Eso es precisamente lo que aprenderemos toda la semana.    El primer paso antes de emprender esta jornada es reconocer el contexto cultural en dónde nos desenvolvemos. Vivimos en un mundo acelerado que enfrenta sus propios desafíos

Descansa en su presencia

   Una de las metáforas que se utiliza en la Biblia para describir a Dios es la de un pastor. Esta metáfora se usaba para describir a los gobernantes y a los profetas del Antiguo Testamento ya que eran los guías para el pueblo. Así como un pastor natural ve por las necesidades de sus ovejas, así Dios ve por nosotros y el salmista ve que Dios cubre todas sus necesidades al decir que nada le faltará.   Al principio de este salmo vemos cómo hay una invitación al descanso ya que Dios con su presencia nos invita a venir a él y nos da ese descanso. Sólo es necesario confiar en Él y así podremos descansar en sus promesas. Así renovamos nuestras fuerzas y podemos seguir adelante en los caminos de Dios. " El Señor es mi pastor; nada me falta. " (Salmo 23:1).

La paz es una persona

  Muchas veces buscamos ciertas soluciones para la ansiedad que tenemos ya que hace muchos años la Coca Cola fue creada precisamente con el objetivo de calmar la ansiedad. Esta compañía está presente en casi todos los países del mundo, menos en 3 países.  A finales del siglo XIX, el mundo estaba implementando una serie de cambios importantes ocurriendo a un ritmo vertiginoso.   La sociedad victoriana estaba resistida a los cambios en esa época de la sociedad y estaban caracterizados por su estricto orden moral y su apego a las tradiciones y costumbres de la época, comenzó a sentirse abrumada por la rapidez de estas transformaciones y esto causó una preocupación colectiva. Vemos que a veces la ansiedad y tratamos de encontrar la paz de varias maneras. Pero vemos que la paz es una persona y esa es Jesús, el Príncipe de paz. Sólo a través de Él podemos tener paz y tranquilidad en medio de las circunstancias ya que Él está con nosotros en todo tiempo.  " Que el Señor de paz mismo les