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Mostrando las entradas de julio, 2025

Resistir con esperanza

   Cada vez que hay una noticia de última hora, un incidente catastrófico o una desgracia inminente, los medios de comunicación interrumpen la programación regular y se presentan con la noticia que compartirán sin tu consentimiento. Esta transmisión urgente dura entre un minuto y una hora, y pueden suspender tu programa favorito sin ofrecer ninguna advertencia previa de que planeaban cambiar el horario; simplemente se presentan y no hay nada que puedas hacer al respecto.  Cuando enfrentamos pruebas, problemas y tribulaciones, es como si los desafíos de la vida interrumpieran nuestra rutina programada regularmente y nos desafiaran sin previo aviso y sin ninguna advertencia. No nos avisan que va a aparecer un nódulo, o que el cáncer se ha extendido, o que están a punto de entregarte la carta por despido, o que la aplicación será rechazada, o tu petición, denegada. No se nos ofrece ninguna notificación o preparación previa cuando transitamos por lo imprevisible e incierto de...

Deja de preocuparte mientras esperas

   Todos hemos conducido o hemos estado dentro de un vehículo que sigue un sistema GPS. Podemos estar conduciendo por un largo tramo de la carretera y el GPS permanece en silencio durante kilómetros. Si estamos en una zona desconocida, este silencio puede resultar desconcertante; anhelamos que el GPS nos de la seguridad de que estamos en el camino correcto. Pero, todo lo que tenemos para guiarnos y avanzar es la última instrucción que recibimos del sistema de ubicación.  Solo cuando estamos a punto de acercarnos a un giro de la carretera, nuestro GPS se comunica con nosotros, para darnos alguna dirección, un aviso o notificarnos un cambio con pocos kilómetros de antelación. A medida que nos acercamos al desvío o al cruce, el GPS comunica sus instrucciones de forma clara, constante y repetida.   Del mismo modo, cuando Dios parece estar en silencio durante períodos prolongados en una temporada particular de nuestra vida, podemos concluir que el mejor curso de acción es...

Esperar con valentía

   Un conocido predicador cristiano dijo una vez: " Cuando Dios nos quita algo suele ser porque tiene mucho más para nosotros." Entre soltar lo que esperábamos y recibir lo que Dios tiene para nosotros, hay un tiempo de proceso, paciencia y preparación. Muchos creyentes suponen que las temporadas de espera, que se perciben como un desierto, son un retroceso, pero en realidad son un avance. Pero, ¿por qué? Porque crecemos espiritualmente, fortalecemos nuestra fe y experimentamos una mayor intimidad y comunión con Jesús.  En las época de transición, debemos recordar que los retrasos no son bloqueos y que las decepciones no son callejones sin salida, sino puertas hacia una esperanza, una fe y una confianza más profundas en el Dios vivo.   El pasaje de hoy afirma esta verdad, David estaba lidiando con una temporada de incomodidad y se sentía desviado y frustrado por los períodos de espera. David conoció la sensación de ser ungido en su juventud como el próximo rey que re...

Esperar en el Señor

  Ya sea en un embotellamiento en la autopista, en una fila en el mostrador, o la espera angustiosa de recibir una respuesta deseada, es un hecho, a nadie le gusta esperar. En nuestra sociedad saturada de medios de comunicación, información y cultura digital, la espera puede considerarse una actividad innecesaria e increíblemente negativa que estamos obligados a soportar y en la que debemos participar.  En cuestión de segundos, podemos recortar, ajustar y subir una imagen que deseamos proyectar al mundo, pero cuando se trata de temporadas de espera, no podemos acelerar ni adelantar el proceso para llegar al destino deseado o celebrar nuestro resultado preferido.   Escrito en luces brillantes, resplandeciendo en la valla publicitaria de cada mente está la frase: " Puedes tenerlo ahora, no necesitas esperar. ¡Tómalo ya!" Sin embargo, este mensaje es engañoso y altamente destructivo, ya que influye y condiciona nuestros propios deseos, necesidades y expectativas.  Por e...

Yo soy la resurrección y la vida

   ¿Has vivido alguna vez el momento oportuno para un mic drop? Consiste en dejar caer intencionalmente el micrófono al final de una actuación o discurso, como señal de triunfo. Según un artículo que analiza mic drops famosos, el acto señala el final de una intervención tan concluyente que es imposible continuar.  Jesús no tenía micrófono cuando llegó a Betania para resucitar a Lázaro, pero la declaración "YO SOY" del pasaje de hoy constituye, sin duda, un momento para mic drop. Es una revelación que te deja boquiabierto.  "Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera; y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás" (versículos 25 y 26).  Mientras más te fijas, más profunda resulta esta afirmación. He aquí tres ideas útiles para fortalecer tu fe:    La resurrección es una persona, no un acontecimiento.   Jesús no es solo el origen o la causa del poder de la resurrección (aunque ambas cosas son ciertas). Él es aún más f...

Yo soy el buen pastor

   El Salmo 23 del 1 al 4, escrito por David hace varias generaciones, proclama a Jesús como nuestro buen pastor.  Jesús se anuncia explícitamente como el que infunde nuevas fuerzas, el que esperábamos desde hacía tiempo, el que iba a dar la vida por sus ovejas y cumpliría el plan de salvación de su Padre para toda la humanidad.   La imagen de Jesús como buen pastor, a la que se alude a lo largo de toda la Escritura, pero que se menciona explícitamente aquí, es una de las perspectivas más famosas que conocemos de nuestro Señor pues revela muchas facetas de su carácter.   Descubrimos a Jesús como nuestro protector, proveedor, consolador y guía. En nuestra ansiedad, su presencia es cierta. En nuestra inseguridad, su compromiso con nosotros es absoluto. En nuestro extravío, su disciplina nos conduce a casa. Él nos ama, nos cuida y nunca nos abandona.   Jesús ha asumido la plena responsabilidad de nuestra salvación eterna. No es un mercenario que nos cuida hast...

Yo soy la puerta de las ovejas

   Una vida de fe en crecimiento implica transferir constantemente toda nuestra confianza solo a Dios. Es un cambio consistente y deliberado de la dependencia del mundo a la dependencia de Dios.   En lugar de confiar en nuestra situación económica, confiamos en la provisión de Dios. En lugar de encontrar nuestra identidad en redes sociales, confiamos en la paternidad de Dios. En vez de depender de nuestra carrera, confiamos en el control de Dios.   Responde sinceramente, ¿en qué aspectos te cuesta confiar en Dios?   La forma más práctica de crecer en esta área es descubrir profundamente a aquel en quien está depositada tu fe. Es entonces cuando se produce la verdadera transformación. No podemos confiar en alguien a quien no conocemos.   En consecuencia, cuando Jesús nos siete nombres que lo definen a lo largo del Evangelio de Juan, tenemos una mina de oro de contenido para edificar la fe. Jesús se revela para que lo conozcamos mejor.  Hoy, Jesús se ide...

Yo soy la luz del mundo

   El Faro de Alejandría era una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo. Con sus 100 metros de altura, proporcionaba seguridad al tráfico marítimo. Era un prodigio de la ingeniería. Se dice que la estructura podía proyectar un haz de luz de 160 kilómetros en la noche meditérranea para guiar a los marineros en apuros a casa.    Los historiadores atribuyen esta obra maestra a Sóstrato de  Cnido, el arquitecto de la torre. Sin embargo, cuenta la leyenda que, una vez terminado el faro, Ptolomeo II- el rey de Egipto- exigió que fuera él, y no Sóstrato, quien figuraba en la inscripción que honraba la construcción del faro. Ptolomeo pretendía, de forma engañosa, que se inmortalizara su nombre y no el del constructor.  Sóstrato, sin embargo, ideó un plan. En lo profundo del mármol, cinceló su propio nombre. Luego lo cubrió con una capa de yeso con la inscripción forzada de Ptolomeo. Con el tiempo, la lluvia y el mar astillaron el yeso barato, revelando a su verd...

Yo soy el pan de vida

   ¿Te gustaría conocer profundamente a Jesús, el yo soy?  Esta semana exploraremos siete afirmaciones de Jesús sobre sí mismo y analizaremos cómo nos ayudarán a profundizar en nuestra fe. ¡Únete a nosotros!   Un meme popular dice: "Si digo tengo hambre, quedan unos 25 minutos hasta que me transforme en una persona."   Sé sincero. ¿Eres así? ¿Corre la gente a esconderse cuando estás hambriento?   El hambre se define como "una sensación de malestar o debilidad causada por la falta de alimentos, unida al deseo de comer." Todos conocemos esa sensación. Afecta nuestro estado de ánimo y disminuye nuestra productividad. El hambre nos obliga a ir en busca de cualquier cosa que nos satisfaga, incluso si ello implica tomar decisiones desesperadas.    Sin embargo, la comida no es lo único por lo que sentimos hambre.    Como seres humanos, tenemos anhelos más profundos. Reflexiona honestamente por un momento. ¿Cuáles son los sufrimientos de tu alma...

Luz en las redes sociales

    Las redes sociales son uno de los espacios más visibles del mundo moderno... y también uno de los más ruidosos. Entre opiniones, discusiones y exhibiciones, el alma muchas veces se pierde en el algoritmo. Y en medio de ese ruido, el testimonio del creyente puede brillar o distorsionarse.   Con tristeza, muchos han visto cómo en nombre de la fe se levantan palabras que hieren, se levantan juicios sin misericordia, se defiende la verdad sin amor. Pero Jesús no actuaba así. El no lanzaba piedras virtuales. No iniciaba debates públicos para exponer a los demás. Él se acercaba, escuchaba, tocaba... y transformaba.   Y esa sigue siendo nuestra misión, incluso en el mundo digital.    Las redes sociales no son un campo neutral. Son una vitrina del corazón. Lo que posteamos, comentamos o compartimos dice mucho de quiénes somos... y de quién es nuestro Dios. En este contexto, las palabras de Pablo a los colosenses, en el pasaje de hoy, resuenan con claridad profé...

Tu cuerpo predica

   Compartir tu fe no se limita sólo a palabras ni a actos de servicio. Es algo que abarca la totalidad de tu existencia. Como discípulos de Cristo, cada aspecto de nuestra vida: nuestra mente, nuestras relaciones y nuestras decisiones, está llamado a reflejar al Dios que habita en nosotros, incluso ha hecho de nuestro cuerpo el templo de su Espíritu Santo.   ¡Sí!, tu cuerpo también predica. No con sermones, sino con elecciones, y esas elecciones cuentan una historia: pueden revelar belleza, honra y obediencia al Creador; o pueden reflejar confusión, ruptura y olvido de lo sagrado.  Pablo lo dice con una contundencia casi desconcertante en el pasaje de hoy: "¿No saben que ustedes son templo de Dios, y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?" ¡ Que afirmación tan poderosa! No eres un simple recipiente vacío, ni un envoltorio sin valor. Eres templo, un santuario viviente, un lugar de encuentro entre el cielo y la tierra.  En la antiguedad, los templos eran símb...

Que tu amor cuente su historia

   ¡ El amor que das habla de ti! Y aún más, habla del Dios en quien crees!   Cada gesto de compasión, cada acto de paciencia, cada abrazo sincero o el silencio que acompaña, todo eso cuenta una historia. El amor que damos, aún sin palabras, tiene voz. Una voz que puede señalar al cielo... o confundir el mensaje.   El pasaje de hoy relata que Jesús, en la noche de su entrega, no dejó a sus discípulos con una lección teórica. Les dio una señal visible: " Ámense los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse... De este modo todos sabrán que son mis discípulos. "   El amor, según Jesús, no es una emoción momentánea. Es un llamado a vivir crucificados al ego, y resucitados para servir. Amar como él nos amó es entrar en la misma dinámica del cielo: dar sin medir, perdonar sin contar, abrazar sin temer.    ¿Pero cómo se ve ese amor?    Es el amor que lava pies sucios cuando nadie quiere hacerlo. Que sostiene al tr...

Brilla aunque no hablen de ti

    ¿Alguna vez alguien hizo algo tan bueno, o tan hiriente, que aún lo recuerdas años después? Las palabras se olvidan, pero las acciones, permanecen.    Ayer reflexionamos sobre el poder de hablar de nuestra fe. Hoy, en cambio, Jesús nos lleva a algo más profundo: vivirla. Porque una fe que solo habla, pero no ama, no convence. Y una fe que no se ve, no transforma.    Jesús nos llamo "sal de la tierra" y "luz del mundo." Es decir: no estamos aquí para mezclarnos sin sabor, ni para escondernos bajo una lámpara. Nuestra misión es clara: vivir de tal manera que otros vean algo distinto... y deseen conocer al Dios que lo hace posible.   El versículo 16 del pasaje de hoy dice: " Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos vean las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo."    Es importante aclarar que no se trata de hacer obras para ser vistos. Se trata de vivir como si Dios estuviera en cada paso, porque lo está....

No podemos callar

   Hay pasiones que no pueden ocultarse. Basta observar a alguien hablar de lo que ama: sus ojos brillan y las palabras fluyen como río desbordado. Nadie necesita darles permiso; simplemente lo hacen, porque lo que les llena, también los impulsa.   ¿Por qué, entonces, nos cuesta tanto hablar de nuestra fe?   Amamos a Jesús. Él es nuestra esperanza, nuestro Salvador, nuestra fuente inagotable de vida. Sin embargo, cuando llega el momento de compartirlo, el corazón tiembla. Surgen temores, dudas, la voz se apaga y pensamos: "¿Y si me rechazan? ¿Y si no sé lo suficiente?."  Pero la fe no se comparte desde la perfección, sino desde la transformación. No necesitas un tratado teológico, sólo un corazón encendido. Dios no pide oradores elocuentes, sino testigos sinceros.   Pedro y Juan, frente al Sanedrín, lo entendieron. Presionados a callar, no negociaron su fidelidad. Sus respuestas resuenan como un eco que aún sacude al mundo: "Nosotros no podemos dejar de hab...

El poder de la palabra de Dios

    De vez en cuando podríamos sentirnos abrumados y un poco intimidados cuando nos sentamos a leer la palabra de Dios. Si estamos cansados, agotados y abatidos por las circunstancias de la vida, leer la Escritura puede parecernos más un trabajo pesado que un verdadero placer.    Es en esos lugares oscuros y desesperados, cuando más necesitamos que brille la luz de Dios, y en los que nos damos cuenta de que nuestro apetito por la palabra de Dios disminuye. Esto se debe a que deseamos que Dios nos dé una respuesta instantánea, o nos transmita sabiduría que nos permita avanzar inmediatamente.    Sin embargo, cuando pasamos tiempo estudiando la palabra de Dios, nos damos cuenta de que no hay atajos para los cambios "instantáneos" que deseamos. La palabra de Dios se revela en nuestro corazón antes de manifestarse en nuestras situaciones. Es una revelación progresiva que planta semillas para el futuro, no solo instrucciones inmediatas para hoy.  Vemos esta ...

Raíces profundas

   ¿Te gustan las sorpresas? A algunos les divierte, pero a otros les aterra. Sin embargo, la vida no nos da opción para decidir. Puede atraparnos desprevenidos y hacernos sentir expuestos y acorralados. En esos momentos, recordamos lo desesperadamente que necesitamos a Dios y lo mucho que dependemos de él.  Tales situaciones no son obstáculos, sino oportunidades para fortalecer nuestras raíces y ayudarlas a profundizar. Nuestra fe no siempre necesita ser más grande, a veces tiene que hacerse más profunda. Esto es lo que Jeremías intenta decirle al pueblo de Israel en los versículos 7 y 8 del pasaje de hoy: "Bendito el hombre que confía en el Señor y pone su confianza en él. Será como un árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces hacia la corriente... "   Pero, ¿cómo desarrollamos áreas raíces profundas en nuestra vida?   Hacemos crecer estas raíces de la misma manera que una planta o un árbol produce las suyas. Sólo confiando en el Señor podemos...

Simplifica las cosas

   Sin quererlo, la vida puede complicarse. Oímos el consejo "menos es más" y "simple no significa simplista"; sin embargo, ya sea en el ámbito de nuestras relaciones, recursos o responsabilidades cotidianas, la vida se vuelve compleja. Nuestros próximos pasos no nos resultan claros. Nuestro sentido de la orientación está nublado y lograr claridad con tantas opciones disponibles significa que la sencillez de la certeza no está a nuestro alcance.  En el pasaje de hoy, vemos que los israelitas tenían el mismo problema. Su corazón se había endurecido y se habían alejado de la presencia de Dios. Ellos estaban obsesionados con las cosas creadas, conservando una religión basada en rituales y sacrificios, y un sistema que no podían mantener. Muchos abandonaron a Dios y se consagraron a los ídolos. Sin embargo, Dios decidió traerlos de vuelta a él. Vemos que él busca que nuestro corazón se rinda a Él y que andemos en sus caminos antes que ofrecer sacrificios o hacer cosas p...