Un tiempo para todo
Dependiendo de tu personalidad, tus antecedentes, tu historia y tus experiencias, es probable que te agraden más ciertas estaciones del año y menos, otras. A algunas personas les gusta el otoño porque las hojas cambian de color, cubren el suelo, el aire es más fresco y se sienten más cómodos en casa con su suéter favorito. Pero a otras les encanta el verano, porque pueden jugar al aire libre, disfrutar el sol y creen que, si hiciera calor todo el tiempo, se sentirían como en el cielo. En nuestro camino con Jesús, nosotros también experimentamos diferentes estaciones que puedan ser agradables y otras no. En el pasaje de hoy, Salomón nos anima y nos recuerda que hay un tiempo para todo: momentos de estar en la cima y otros de andar por valles de vulnerabilidad. Dios es plenamente consciente de que, en esta vida, experimentamos bendiciones y cargas, poder y dolor, fuerza; momentos de gran abundancia y otros en los que sentiremos que Dios está adelante. ...