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Mostrando las entradas de junio, 2025

Cuando tu mundo se estremece

   ¿Alguna vez has sentido que tu mundo se estremece, como si la seguridad de tu vida estuviera temblando? De pronto el médico dice: "es cáncer." Tus hijos se involucran en problemas al asociarse con malas compañías. Una crítica negativa del trabajo aparece en tu bandeja de entrada. O, tal vez, a un pequeño temblor aparentemente insignificante, le sigue otro, hasta que se produce un enorme agujero en lo que considerabas un terreno firme.  En el pasaje de hoy, el profeta Habacuc recibió un mensaje de Dios que sacudió su mundo y amenazó con mover sus cimientos. Habacuc le había preguntado a Dios por qué no escuchaba sus oraciones. ¿Por qué Dios permitía la violenta destrucción en Judá?  Habacuc estaba asustado, pero respondió ante su situación con fe. No elevó angustiosas oraciones del tipo "que pasaría si", sino solamente declaraciones poderosas sobre lo que Dios ya había hecho. Dios se había mostrado grande y fuerte, él había rescatado a su pueblo, y Habacuc eligió ...

La clave para vencer el miedo

     Un aspecto de ser humanos implica enfrentarse diariamente, a una lista de preocupaciones que parece interminable. Nos disgustan los incidentes inesperados, la incertidumbre y las acciones imprevisibles de los demás. Pero cuando se trata de luchar contra el miedo y la preocupación, la Escritura nos puede ayudar, la palabra de Dios nos revela quién es él.    En el versículo 3 del salmo de hoy, el rey David escribe que, cuando él siente miedo, pone su confianza en Dios. No "si" siente, sino "cuando" siente miedo dice David. Él sabe que la preocupación es un enemigo obstinado y persistente de nuestro corazón y también sabe que la única manera realista y eficaz de combatir el miedo y la preocupación es poner continuamente su confianza en Dios.  Por supuesto, "confiar en Dios" suena como algo bueno y correcto, pero si somos sinceros, puede parecer una simpleza vacía. Entonces, ¿qué quiere decir confiar en Dios? En estos casos nos preguntamos si Dios es verd...

Las palabras que dan vida

   Una de las muchas bendiciones de ser creyente es tener al Espíritu Santo como ayudador, consolador y amigo. Con frecuencia, cuando se trata de las palabras que nos decimos a nosotros mismos y a los demás, el Espíritu Santo nos desafía a pensar en este día " ¿Estás hablando palabras de bendición o de maldición?".    El versículo 11 del pasaje de hoy plantea una pregunta similar de autoexamen: "¿Puede acaso brotar de una misma fuente agua dulce y agua salada?." Una clase de ciencias básicas nos enseñaría que el agua dulce y el agua salada no pueden provenir del mismo manantial. Pero Santiago no está hablando realmente del agua; está hablando del alma y lo que está profundo de nosotros, normalmente, es lo que empieza a fluir de nosotros.   Cuando Santiago escribía estas palabras, lo más probable es que intentara pintar una imagen vívida de los manantiales minerales del valle del Jordán, cerca del Mar Muerto, algo con lo que el público original de este texto habr...

Cuando la preocupación provoca cansancio

  ¿Alguna vez te has despertado, de repente, en medio de la noche, con una carga pesada en el corazón? A veces, este tipo de peso proviene del Señor y será retirado cuando él haya cumplido su propósito. Por ejemplo, un impulso para orar o una fuerte motivación para hacer la voluntad de Dios. Otras cargas son causadas por el pecado que nos agobian hasta que los confesamos.    Pero las cargas regulares y diarias no son para que nosotros las llevemos. Tendemos a pensar que las preocupaciones son nuestro destino en la vida, como responsabilidades que debemos manejar sin "molestar" a Dios. Pero, en realidad, nuestro destino es caminar en obediencia a Dios y confiar en que él hará el trabajo en nuestra vida.   Renunciar a nuestro control sobre las cargas no significa que dejemos de pensar en ellas. Significa que las llevemos a Dios en oración, escuchemos su guía y bendecimos su nombre por cargar las preocupaciones en nuestro lugar. Nuestras preocupaciones no nos destruirán...

Vencer la preocupación

  Cuando se trata de preocuparse, muchos de nosotros podríamos ganar una medalla olímpica de oro. Somos campeones en correr la pista del "que pasaría si..." alrededor de nuestra cabeza, temiendo lo que podría ser, y lo que podría pasarnos a nosotros y a los que amamos. Solo cuando vemos nuestros miedos a la luz del Padre celestial Todopoderoso, se ven pequeños e innecesarios.    Jesús conocía nuestra tendencia a la preocupación cuando preguntó: "¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?" (versículo 27). Alimentamos la preocupación cada vez que permitimos que eche raíces en nuestros pensamientos. Perdemos tiempo y energía al permitir que nuestra mente se agite por situaciones que nuestro Padre celestial ya tiene bajo control.  El pasaje de hoy nos recuerda que tenemos un Padre amoroso que se preocupa incluso por las aves: " Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan en graneros; sin embargo, el Padr...

El costo de la preocupación

  En la vida, hay momentos que nos llevan de lo ordinario a lo peligroso en cuestión de segundos. Ya sea con un niño pequeño en casa, o con un compañero de estudios o de trabajo que está sentado almorzando, que al comer un trozo de comida se atasca en la garganta, bloquea sus vías respiratorias y amenaza con quitarle la vida. La asfixia es repentina, insidiosa, y a veces, fatal.   El pasaje de hoy del Evangelio de Marcos describe otro tipo de asfixia, que parece ser igualmente fatal. "Las preocupaciones de esta vida, el engaño de las riquezas y muchos otros malos deseos" entran hasta ahogar la palabra de Dios en nosotros, haciéndola infructuosa.    Encontramos este versículo dentro de una parábola que cuenta Jesús en Marcos 4, cuando un agricultor planta semillas y éstas caen en diferentes lugares: algunas, a lo largo del camino; otras, en terreno rocoso; otras, entre espinas; y otras, en buena tierra.   Las semillas representan la palabra de Dios, y las del pas...

Moisés, el que venció sus temores

  Miedos. Ansiedad. Dudas. Todos los tenemos. Ciertas situaciones y circunstancias pueden diluir nuestra confianza, pero las inseguridades acerca de nosotros mismos afectan nuestra convicción y motivación para responder a las oportunidades que se presentan. De hecho, si no las enfrentamos, nuestra propia falta de confianza y nuestra vacilación pueden inhibirnos de dar un paso hacia el llamado de Dios y frenarnos a la hora de comenzar lo que él nos ha encargado hacer.   Estos sentimientos son los que Moisés experimentó en el versículo 10 del pasaje de hoy: "- Señor, yo nunca me he distinguido por mi facilidad de palabra... Y esto no es algo que haya comenzado ayer ni anteayer, ni hoy que te diriges a este servidor tuyo. Francamente, me cuesta mucho trabajo hablar."   Dios sabía lo que iba a hacer en cuanto a las inseguridades de Moisés. Él le iba a dar las palabras que debía decir. Había diseñado un plan para Moisés: estaría a su lado y le mostraría el camino de reden...

Juan, el discípulo amado

    Todos los días nos levantamos con la esperanza y el deseo de ser amados, queridos y, en algún momento, apreciados o celebrados. Más aún, anhelamos encontrar a las pocas personas escogidas que decidirán amarnos incondicionalmente y caminar con nosotros de todo corazón; personas que se queden con nosotros en el valle oscuro y suban con nosotros a la cima de la montaña. La pregunta es: ¿por qué tenemos este anhelo? Porque hemos sido creados para la intimidad, la conexión y el compañerismo.  Nos convertimos en nuestro "yo" más funcional cuando compartimos la vida con otros. Al estar en comunidad, las cargas de nuestros fracasos disminuyen y la fuerza de nuestra esperanza aumenta. Cuando triunfamos en un área, podemos compartir la alegría con otros que se preocupan por nosotros y, cuando nos afligimos, podemos dividir nuestra pena compartiendo nuestro sufrimiento con un oído atento.   Juan era conocido como "el discípulo a quien Jesús amaba." En otras palabras, Juan ...

Jesús, el Hijo de Dios

   Nuestra cultura está cada vez más polarizada. Ya sea en torno al liderazgo, a las opiniones religiosas o a las diferentes afiliaciones políticas, llegar a un consenso general parece casi tan imposible como un veredicto unánime, más aún cuando se trata de la persona y la obra de Jesucristo.  Algunos creen que fue un buen maestro de moral, otros creen que es el Hijo de Dios y consideran que es un buen ejemplo a seguir. Mientras que otros descartan por completo su aporte, no están de acuerdo con lo que vino  a hacer y se oponen directamente a sus enseñanzas.   Pero, ¿quién crees tú que es Jesús?  C.S. Lewis dijo: "¿Que debemos hacer con Jesucristo? La verdadera cuestión no es qué debemos hacer con Jesucristo, sino qué debe hacer él con nosotros."   En el pasaje de hoy, Jesús comienza con una pregunta específica dirigida a los discípulos y que es absolutamente crítica cuando nos enfrentamos a las preguntas de nuestra cultura sobre la fe que profesa...

Pedro, el pescador de hombres

   ¿Alguna vez te has sentido tan desanimado y desilusionado por tu situación, que te has vuelto insensible a cualquier sugerencia de solución y, en un acto de desafío, has desechado el consejo y la opinión de los demás?   Es muy probable que Pedro se haya sentido así al inicio del pasaje de hoy. Él estaba agotado después de trabajar toda la noche, probablemente desanimado y decepcionado. Lo último que le habría apetecido era volver a subirse a una barca y navegar hacia aguas profundas. Había pronunciado su veredicto: ¡no hay peces aquí y no se puede pescar!    Es posible que nos parezcamos a Pedro más de lo que quisiéramos admitir. Cuando nos sentimos inseguros o no entendemos el propósito y las instrucciones de Dios, cuestionamos su sabiduría y no queremos obedecer. Si algo no funcionó la primera vez, ¿por qué deberíamos repetirlo? No es raro que sintamos lástima por nosotros mismos, o que caigamos en espiral en un estado de impotencia.  Pedro estaba conv...

Pablo, el apóstol de Cristo

   Si el guardameta estrella salvara dos veces a su equipo de fútbol de las garras de la derrota en un partido decisivo, de seguro este suceso aparecería como noticia principal en todos los medios. Así como un deportista que lleva a cabo una "doble atajada" o que "tapa dos veces" es considerado un héroe, hay también héroes que participan en la más increíble misión de rescate.  En el pasaje de hoy, vemos una especie de doble atajada o doble rescate. La iglesia está siendo salvada de la persecución de Saulo y sus ataques agresivos, y el mismo Saulo está siendo rescatado de su propia ignorancia y oscuridad. Fue entonces que el poder transformador de Jesús hizo que Saulo pasara de ser un perseguidor de la Iglesia a uno de sus mayores promotores.  Los antecedentes de Saulo eran peculiares, por decir lo menos. Él era un ciudadano romano, privilegiado, instruido, calificado, un hombre profundamente religioso y celoso con una intensa devoción por su Dios. Sin embargo, vivía...

No dudes de la fidelidad de Dios

  Si nos inscribiéramos en una clase de economía del reino impartida por Jesús, él nos diría que la causa de nuestro mayor arrepentimiento será el no haber dado algo a Dios. ¿Por qué? Porque lo que damos lo podemos guardar para siempre en la eternidad, pero lo que guardamos lo perderemos para siempre.   El pasaje de hoy es un fragmento del mayor mensaje jamás dado en la historia de la humanidad por el propio Jesús, llamado el Sermón de la montaña. Es una recopilación de lo que significa vivir, pensar y ser como Jesús mientras vives en la tierra y es un mensaje que necesitamos recordar todos los días. En los versículos de hoy, Jesús propone comunicar a sus discípulos- y a nosotros. que nuestra visión ilumina pero también puede oscurecer nuestra existencia.    Lo que elijamos magnificar, es aquello de lo que más nos llenaremos. Jesús dice que, en lo que ponemos nuestra mirada tiene poder para definir nuestro ser y toda nuestra existencia.    Aquello en lo que...

Ser un canal de bendición

   Todos hemos oído decir la frase célebre de la Madre Teresa de Calcuta: "Dar hasta que duela y cuando duela dar todavía más", ¿y si pudiéramos aprender a dar generosamente hasta que sea tan natural y cotidiano que no queramos parar? Para muchos de nosotros, este es el punto de partida cuando se trata de la generosidad. Nunca le hemos dado nada a Dios porque él nos lo ha dado en primer lugar. Lo que hacemos es devolverlo. Dios nos ha enriquecido para que, en todas las cosas y en todo momento, podamos ser generosos.   Somos bendecidos para bendecir. Cuando Dios nos bendice, no se nos indica que elevemos nuestro nivel de vida, sino que elevemos nuestro nivel de generosidad. Debemos sembrar una semilla en un momento de necesidad. Por hacerlo, la Iglesia de Macedonia fue elogiada. Rogaron con insistencia a Pablo que les concediera el privilegio de dar, más allá de su capacidad, esforzándose por ser generosos. No tenían recursos abundantes, pero tenían una obediencia sin prec...

Dar a Dios

   En el edificio del Royal Exchange, ubicado en el corazón del distrito financiero de Londres, está inscrito el siguiente salmo: " Del Señor es la tierra y todo cuanto hay en ella, el mundo y cuantos lo habitan..." Dios es nuestra provisión, pero también es nuestra fuente y a él le interesa que lo reconozcamos de las dos formas.   Puede que no lo identifiquemos de inmediato, o que no nos atraiga institivamente, pero la enseñanza de Jesús acerca del dinero puede ser tan liberadora, tan recorfortante y transformadora como cualquier otra de sus enseñanzas sobre diferentes áreas de nuestra vida. En el pasaje de hoy, el pueblo de Dios tenía una oportunidad estratégica clave que debía aprovechar, pues se había iniciado una nueva temporada para los israelitas. Habían reconstruido las murallas de Jerusalén, uno junto al otro. Y una vez que las reedificaron, se dieron cuenta de que no tenía sentido reconstruir los muros destruidos, si no iban a restaurar también la ciudad y ...

La gracia y el dinero

   Un influyente líder cristiano dijo una vez: " Si el dinero y las cosas materiales se convierten en el centro de nuestra vida, se apoderarán de nosotros y nos convertirán en esclavos." Cuando comprendemos plenamente la gracia y la generosidad de Dios hacia nosotros, esto no sólo repercutirá de forma positiva en nuestro estilo de vida, sino que transformará la manera en la que utilizamos nuestro dinero y determinará el nivel de generosidad hacia los demás.  No todos los recursos que nos llegan son únicamente para nuestro consumo. La Iglesia primitiva era visiblemente distinta cuando se trataba de utilizar su dinero. La Iglesia era, en cierto sentido, una subcultura económica muy diferente de la cultura económica que la rodeaba.  En el versículo 32 del pasaje de hoy, después de haber sido llena del Espíritu Santo, la Iglesia ya no consideraba lo que tenía como propio y lo compartía todo. En el versículo 33, se nos dice que cada vez que el apóstol Pablo predicaba sobr...

Una actitud hacia el dinero

   El evangelista Billy Graham dijo una vez: " Si una persona endereza su actitud hacia el dinero, eso le ayudará a enderezar casi todas las demás áreas de su vida." A lo largo de la Escritura, Jesús habló del dinero más que de cualquier otro tema. Habló de él más que del cielo y más que de la oración. De hecho, doce de las trienta y ocho parábolas de Jesús se refieren a las posesiones materiales y al dinero.   En la parábola de hoy, Jesús nos enseña cómo tener la motivación correcta cuando se trata de dinero. Describe a un administrador deshonesto que, sorprendentemente , es elogiado por su astucia al manejar sus asuntos.   Debemos recordar que el dinero es una herramienta que podemos utilizar para promover el reino de los cielos. La mayoría de los eruditos y comentaristas bíblicos interpretan esta parábola en el sentido de que la gente del mundo suele ser mucho más sensata, estratégica e inteligente cuando se trata de entender que el dinero es una herramienta ...

Dios está en los detalles

   Muchos creyentes viven como si Dios solo habitara en los grandes escenarios: en los milagros evidentes, en los logros públicos, en las oraciones contestadas con estruendo. Pero el evangelio no nos presenta a un Dios distante que observa desde lejos; nos revela a un Padre que reina en la eternidad y, al mismo tiempo, se detiene ante un lirio que florece en silencio.   El Señor de la gloria cuida lo minúsculo. El Dios que sostiene el universo también alimenta a los pájaros y viste a las flores. Y si él es fiel en lo pequeño, ¿cómo podríamos dudar de su atención en cada uno de nuestros momentos cotidianos?   Jesús, en el pasaje de hoy, no solo nos consuela; nos corrige. Nos confronta con una verdad que desmantela la ansiedad: Si Dios no es indiferente a lo que se marchita en un día, jamás será indiferente contigo.  Cada tarea que parece repetitiva, cada correo respondido sin reconocimiento, cada comida preparada, cada paso dado hacia la oficina, cada pañal ...

Soltero, casado... Llamado

  A inicios de esta semana recordamos una verdad que lo cambia todo: fuimos creados a imagen de Dios. No somos piezas accidentales celestiales ni piezas sobrantes de su creación. Somos portadores de su gloria, llenos de su amor, y esto nos asegura que cada rincón de nuestra existencia, incluidas nuestras relaciones, le importan profundamente a Dios.   Esta verdad redefine no sólo quiénes somos, sino la manera en cómo amamos. Ya sea que estés en la plenitud del matrimonio, en la quietud de la soltería o caminando en medio de la incertidumbre, tu vida es un reflejo vivo del Dios invisible. No existe etapa sin propósito. No hay temporada que no pueda convertirse en un acto de gratitud para el Señor.  Por eso, tu estado civil no es irrelevante para Dios. Él no lo ignora ni lo toma como un detalle menor. Muy por el contrario: es terreno sagrado donde él desea formar tu carácter, revelar su gloria, y obrar en ti y por medio de ti.   El llamado no es a compararse, apresurar...

Tus pensamientos también le importan a Dios

  Esta semana recordamos una verdad profunda: a Dios le importa cada parte de ti: no solo tu alma, sino también tu cuerpo y tus emociones. Si al Creador del universo le importa cada rincón de tu ser... ¿no deberías tú también aprender a mirarte con esa misma ternura y dignidad?    Tu mente también le importa a Dios y desea renovarla.  Quizás nadie más pueda ver lo que sucede en lo más profundo de tus pensamientos. Tal vez el mundo crea que todo está bien porque tu rostro muestra calma, pero tu mente podría estar librando una batalla constante. La ansiedad, la duda, la presión de compararte con otros... puede hacer que muchas veces te sientas pequeño, inseguro y abrumado.   Pero escucha bien: en medio de todo ese ruido interior, Dios te dice en el versículo 7 del pasaje de hoy que no tienes que cargar todo esto solo: "Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes." No es simplemente una invitación a soltar tus promesas, sino la promesa de que el Dios ...

Tu cuerpo también es sagrado

   ¿Te has detenido a pensar que tu cuerpo no es sólo un envoltorio sagrado, sino parte esencial de tu vida espiritual?  Vivimos en una época de extremos: algunos idolatran el cuerpo, otros lo descuidan por completo. Pero hay una verdad eterna que no siempre vemos con claridad: a Dios le importa tu cuerpo.  No solo tu alma. No solo tus pensamientos. Sino también tu piel, tus huesos, y hasta tus músculos cansados al final del día. En pocas palabras, a Dios le importa cada parte de ti.  Pablo lo dice con una fuerza que no da lugar a las dudas: tu cuerpo es templo del Espíritu Santo.   Esta no se trata de una idea bonita ni de una profunda metáfora solamente, es una realidad: Dios decidió habitar en ti.  Durante siglos, se creyó que el cuerpo era inferior al alma, una especie de estorbo para alcanzar el plano espiritual. Pero el evangelio rompió esa mentira. Dios no solo vino para salvar almas, también vino a redimir personas y a salvarlas íntegramen...

Dios conoce tu valor, incluso cuando tú lo dudas

   ¿Sabes cuánto le importas a Dios? No en teoría. No como una frase bonita para calmarte, sino en los momentos más reales y concretos: como cuando te invade la ansiedad y no puedes explicarla; cuando la tristeza pesa tanto que no sabes por qué seguir; o cuando el mundo te hace sentir pequeño, invisible, innecesario y hasta desechable.  Vivimos tiempos en muchos sonríen por fuera, pero se quiebran por dentro. La depresión y la ansiedad se han vuelto compañeras silenciosas de millones de personas. Las redes repiten que debemos ser fuertes, productivos, felices. Pero el alma grita: ¿Y si no puedo?¿Y si no soy suficiente? ¿Y si no valgo tanto como dicen?  Es ahí, justo ahí, donde la palabra de Dios irrumpe con fuerza. En Génesis 1:26 dice: "Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza..."  Como puedes ver, tu vida no es error. No estás aquí por azar. No eres una suma de átomos sin propósito. Fuiste creado, deseado y amado por Dios desde el principio de los ti...